Los celos en la pareja: el dilema de la confianza

Tomas Donato/ febrero 1, 2018/ Espacio reflexivo/ 2 comentarios

Los celos son un tema controversial en cuanto a la temática de pareja. He escuchado personas celosas y no celosas dar varios argumentos a favor y en contra de esta poderosa emoción. Algunos dicen que celar a la pareja es necesario. Los popularmente llamados “celos lindos”, muchos los definen como una forma de marcar el territorio, y de hacer sentir a la pareja que se está pendiente de ella. Para otros el celar es una forma de no ser engañado, y evitar que le pongan los cuernos. Un argumento muy famoso es el de “yo confío en vos, pero no en los otros”. Los celos que se disparan ante la presunta amenaza de otros pretendientes.

Pero… que son realmente los celos para una pareja? ¿Un ladrillo para construirla o una bomba para derrumbarla?

La materia prima que hace a la pareja

Para responder esa pregunta, hay que primero pensar cuales son las bases de una pareja madura. Una pareja madura es una relación entre dos personas adultas que se eligen mutuamente para acompañarse en sus vidas y tener proyectos en común. En nuestros tiempos, el amor es uno de los motivantes más fuertes para armar una pareja. Pero en principio, una pareja es una sociedad voluntaria. No hay obligación de armar pareja en el siglo XXI, y las familias ya no deciden por los implicados. Cada persona tiene libertad de participar o no. La ley del divorcio también permitió a quienes se casaran el disolver esa sociedad. Por ende, si en algún momento alguna de las partes no estuviera conforme, podría replantear los términos de la relación, o finalizarla.

A raíz de esta información, se evidencia que el elemento fundamental para armar una pareja es la confianza: ambos confían en que el otro va a cumplir con su parte del compromiso. Un compromiso que es particular para cada pareja. Por ejemplo, en una pareja monógama un compromiso básico es no tener sexo con otras personas. Por otro lado, una pareja abierta no tiene esa “cláusula”, y puede definir la exclusividad a partir de otras conductas, como el no enamorarse de otros. Sea como sea, la infidelidad realmente se define como un incumplimiento del acuerdo explícito o implícito que haya en cada pareja.

Por eso considero que la confianza es lo más básico que tiene cualquier pareja. Los factores que favorezcan a esa confianza harán que la pareja sea más fuerte, y los que minen la confianza la debilitarán.

Confianza vs control

Aquí entra la persona celosa. Una persona celosa desconfía de su pareja. En general, las personas celosas temen el engaño y la traición. Imaginan situaciones en las cuales esto ocurra. Sufren mucho al anticipar ese momento de desmentida en la cual su pareja los dañe, los cague, los decepcione. Frente a la desesperación de estar potencialmente “durmiendo con el enemigo”, empiezan a aferrarse a las conductas de desconfianza por excelencia: las conductas de control.
Ejemplos hay miles: controlar con quien se ven sus parejas, hacerle reproches para que esté mas con uno y menos con otros, hacer ultimatums para que elija entre uno y otros, investigarle las redes sociales, revisar sus conversaciones en el celular, escucharle las llamadas telefónicas, sacarle información a amigos… Nunca deja de asombrarme la creatividad de las personas celosas.
Resulta ser que el miedo a ser traicionado es tal, que son capaces de llegar a extremos increíbles para controlar a su pareja, en un intento de evitar la escena temida, o al menos “agarrarlo con las manos en la masa”, y confirmar sus temores.

El gran problema es que cuando controlan a su pareja, van dañando el vínculo de confianza que sostiene la relación. Y como me gusta decir, es imposible probar la inocencia. Nunca van a estar satisfechos con la evidencia que presenten sus parejas, sus miedos de ser engañados nunca merman. Los únicos desenlaces posibles son la ruptura de la pareja, o verificar sus miedos encontrando evidencia irrefutable. Sea como sea, los celos son frecuentemente profecías autocumplidas que terminan llevando la relación de pareja a un final doloroso.

La verdadera confianza

Volviendo para atrás, si controlar solo daña a la pareja, ¿cómo se podría confiar? Es evidente que hay muchas personas que le “meten los cuernos” a sus parejas, así que desconfiar no siempre es algo irracional. De hecho, es lo que nos protege de ser engañados.
Confiar en alguien siempre implica una apuesta. Un salto de fe. Uno es consciente que si uno baja la guardia, el otro le puede clavar un puñal. Dejar de defenderse del otro, dejar de verlo como un peligro, es un riesgo. Pero este riesgo conlleva dos salvedades. Primero, que todo lo que uno puede ganar a partir de esta apuesta, es una de las cosas que considero más valiosas en la existencia humana. Segundo, si uno elige con sabiduría y madurez, es un riesgo calculado: uno puede juzgar la personalidad, las motivaciones y la forma de ser del otro, además del grado de compromiso con la relación, para anticipar cuán probable es que incumpla, o de que cumpla con lo pactado. No todas las personas son propensas a la infidelidad, y hay algunas que son todo lo contrario. Cabe destacar que es preciso permitirse conocer y aceptar cómo es la otra persona para hacer esa evaluación.

Reflexiones finales

Personalmente creo que lo importante es poner a la pareja en primer plano. Dejar de mirar a los costados, y enfocarse en cómo están construyendo esa relación, en cómo están el uno con el otro, en si tienen una comunicación fluida y honesta, si ambos son conscientes de las reglas y expectativas que tienen cada uno de la misma, etc.
En otras palabras: cuando es necesario traer a terceros a la intimidad de la pareja (sea imaginaria o literalmente), es que hay algo que entre las partes no estaría funcionando.

Armar una relación de pareja plena y madura es un proceso largo y laborioso, pero bien llevado posibilita vivir un vínculo profundo, genuino y gratificante en una manera que difícilmente se podría replicar de otra manera.
Continuaré hablando del tema de pareja en futuros artículos, porque hay mucho por decir y conversar al respecto.

¿Ustedes que opinan del tema de los celos? Los invito a comentar a continuación.


Descubre más desde Tomas Donato

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Acerca de Tomas Donato

Soy psicoterapeuta individual y de pareja con más de 10 años de experiencia. Mi objetivo profesional es ayudar a las personas a vivir mejores vidas. Por eso mi pasión es la filosofía y la psicología orientadas al desarrollo personal.

2 comentarios

  1. Sin dudas la confianza en la pareja es fundamental. Para una relación duradera pero la confianza es una tarea de todos los días. Los celos sólo llevan a la destrucción de la relación, agota, asfixia. Hay que confiar y estar atentos nada mas. Vivir plenamente.
    Elida.

  2. Claramente el amor y la confianza son la clave.
    Y en realidad la fidelidad es ser fiel a la promesa expresada con libertad y madurez. Soy fiel a mi palabra y mi compromiso, eso es lo que cuenta.

¡Tus ideas son valiosas! ¡Compartilas!